jueves, 17 de octubre de 2019

Sobre países imaginarios…




Vaya por delante que quién esto suscribe este es firme partidario de una respuesta contundente en caso de hambre, crisis sanitarias, supresión de derechos civiles, discriminación frente a los poderes establecidos. Así mismo que sólo me siento Aragonés, pero porque los paisajes, escenarios y olores que pueblan mi memoria se encuentran radicados en Zaragoza y Huesca. Y conforme pasan los años más apátrida me siento de cualquier bandera que justifique sentirse superior a los demás por el mero hecho de haber nacido accidentalmente en un punto geográfico u otro. Máxime cuando el tiempo, amablemente, me ha enseñado que la conexión con otras personas depende en exclusiva de los intereses, conocimientos y principios (bondad incluida) de los mismos y nada con la nacionalidad que ostentan. 

Así que cuando leo el periódico, veo las noticias en la televisión no me cabe más que sentir cierta incredulidad entremezclada con una sensación de desasosiego y desprecio hacia la situación que se vive en Cataluña y a los personajillos de opereta bufa que han contribuido a llegar a este punto. Sobre todo, cuando lo que veo es que una parte de la sociedad intenta imponerse a otra parte de la misma y se argumenta una falta de derechos civiles y falta de democracia (debe ser que lo que lo afirman han vivido en países más avanzados en ese sentido tipo países árabes, Coreas o países del frío eslavo). Y una parte minoritaria pero significativa se arroga el derecho de imponer su “ley” en las calles impidiendo desarrollar su vida cotidiana a los demás (tampoco deben saber que los derechos de unos terminan cuando se vulneran los derechos de los demás). Y todo esto en medio de crisis reales de verdad como puede ser la crisis medioambiental, el aumento de la desigualdad económica, tensiones internacionales, crisis de refugiados, guerras, etc.

Así que llegados a este punto de estulticia generalizada la cuestión debería ser: ¿Qué solución o soluciones hay? O bien directamente que esto es un sindiós sin solución…

Y mi respuesta en este punto es clara, aunque para ello lo primero que haría falta es unos dirigentes políticos responsables y no partidistas (con un único fin: mejorar las opciones electorales) ni “desustanciados” que viven en países imaginarios (para los demás y para la Historia) que fueran capaces de ejercitar el arte de lo imposible, es decir POLÍTICA en mayúsculas y basado en el DIÁLOGO. La Historia también nos ha enseñado que los grandes avances en la sociedad provienen de tres fuentes


  1.  Conflictos (guerras): este equivale al reseteo para volver a empezar todo (el mejor ejemplo después de la segunda guerra mundial el establecimiento de un nuevo orden mundial y la creación del estado del bienestar en Europa)
  2. Capacidad de diálogo y llegar a acuerdos entre grupos con intereses enfrentados
  3. Avances tecnológicos (ejemplo revolución industria)
Así que si descartamos el punto 1 y 3 (no creo que una actualización de whastapp o Instagram vaya a solucionar esto) nos queda el punto 2. Una vez llegados a este punto (harto difícil parece), la cuestión sería: ¿Qué planteamiento y propuestas se pueden dar en este punto?


Y para esta pregunta yo tengo mi propia respuesta

1. Diálogo entre las partes para plantear una votación de referéndum. Pero dicha votación de referéndum debe contener unas salvaguardas adicionales puesto que se trata de una decisión de gran transcendencia que afecta gravemente a millones de personas. Las salvaguardas deberían ser las siguientes

  • Nivel de participación: Mínimo un 75%
  • Votos necesarios para una secesión: más de un 60-65% de voto positivo. Tratándose de una decisión de tal relevancia no puede admitirse que un 51% de los votos (si ese fuera el caso) condicione al 49% restante. Y un buen ejemplo lo podemos ver en el caos del brexit con un resultado ajustado que está haciendo imposible poner de acuerdo a los diferentes grupos políticos n la pérfida Albión.
  • Dicha votación es vinculante al menos durante 30 años: Sería surrealista (con la inestabilidad que conllevaría) estar votando cada 5 años lo mismo

2. Una vez realizada dicha votación tendríamos dos escenarios
2.1 Se apruebe la secesión. Habría que marcar los pasos y las pautas, establecer las condiciones económicas (balance entre lo aportado y recibido por parte de Cataluña al Estado y CEE y viceversa, en este punto sería realmente curiosos ver cómo muchos de los que dicen que se roba se iban a quedar con cara de sorpresa…) y el cronograma para que dicha separación fuera lo menos lesiva para las partes
2.2 El voto es negativo hacia la secesión: Aquí entonces habría que plantear una modificación del sistema autonomista que se pactó en la constitución. Alcanzar un estado federal de verdad con los mismo derechos y obligaciones para todos (aquí en Aragón nos entra la risa floja cuando nos hablan de derechos forales y similares) y en el que se reconociera la diversidad del Estado Español con especial atendencia a los símbolos, lenguas y elementos identitarios de cada autonomía/estado federal.

En cualquiera de los casos y una vez desarrollados dichos puntos también tengo claro que además de diálogo habría que implantar mano dura para aquellos que siguieran empeñados en alterar la vida pública e intentar imponer sus ideas a los demás de forma coercitiva. 

También me gustaría reseñar que los mejores ejemplos de progreso y avance se han producido en el marco de grandes acuerdos (sirva de ejemplo la UE, con el “pero” de la implantación del euro y el empobrecimiento de los salarios vía inflación en la conversión…) y que para hacer una sociedad mejor es necesario la colaboración de todos. Tal y como dijo Kennedy:  “preguntad, no qué puede vuestro país hacer por vosotros; preguntad qué podéis hacer vosotros por vuestro país” aunque yo cambiaría la palabra  país por el mundo

P.D.: y para todos aquellos que se envuelven en su bandera (sea con las franjas que sean) recordar a unos y a otros que hace poco más de 500 años no existía lo que conocemos y asimilamos como España ni tampoco existieron jamás los Países Catalanes (pero sí una corona de Aragón) y que dentro de otros 500 años a saber que queda de este pobre mundo castigado…