Con motivo de la próxima edición del libro The Grand Design (El Magnífico Diseño) por Stephen Hawking, cabe reflexionar acerca de la existencia de dios y de la importancia de dicha cuestión para la mentalidad humana. No es tanto la existencia o no de un entidad superior que rija nuestros destinos como creadora absoluta del universo conocido lo que subyace en la búsqueda incansable de respuestas a tan compleja pregunta, si no, más bien, la necesidad del ser humano de un ente superior que dé sentido a nuestra existencia y nos permita soslayar en vida el terror al abismo que supone la muerte.
Mi reflexión, en mi condición de ateo convencido en lo referido a cualquier religión ideada por el hombre, se basa en los avances de la ciencia (religión ésta absolutamente monoteísta, curiosa paradoja...), para lo cual habría que hacer un pequeño repaso de los acontecimientos más importantes en los avances científicos en la resolución del origen del universo;
1. Expansión del Universo (corrimiento al rojo, Vesto M. Slipher, ley de Hubble). Y lo más importante sobre que se expande...
2. Teoría del todo (o en su defecto la teoría m, en la cual se haya trabajando Stephen Hawking, entre otras)
3. Teoría de cuerdas (con 11 dimensiones, 3 espaciales, temporal y seis adicionales; chúpate esa...)
4. Materia y energía oscura (basados en la aceleración de la expansión del universo, no explicable desde el punto de vista de un universo compuesto de materia y la ley gravitatoria, por lo cual se supone la existencia de una energía con presión negativa, esto es, la energía oscura que provoca que las galaxias incrementen su velocidad de desplazamiento repeliéndose).
5. Mecánica cuántica (y su aparente contradicción con los postulados de la relatividad general, de ahí la búsqueda de una teoría que unifique y explique todos los fenómenos físicos conocidos).
6. Teoría multiverso o universos paralelos
Basándonos en lo anteriormente expuesto; y aún con un entendimiento muy límitado de los supuestos teóricos contenidos en los mismos (ya disculparán mi incorregible limitación neuronal...), si partimos de la base que nos encontramos en un continuo devenir espacio-tiempo, y que por tanto el tiempo al cual nosotros asignamos inicios y finales (en concordancia con nuestras fugaces vidas) carece de los mismos, no siendo asignables conceptos como origen o fin, nos encontramos con un escenario en el cual el tiempo es una constante infinita, no siendo posible en dicho escenario la existencia de un inicio ni un final, y por ende y más importante, al no existir un principio, tampoco es necesaria la existencia de un creador (creacionismo) o ente superior. Si asimilamos dicho concepto; el tiempo como una variable infinita; nos asomamos a un abismo insondable filosófico y científico, que desecharía cualquier intento de encontrar un sentido a la vida, reduciéndose ésta al margen espacio tiempo que nos toca vivir sin connotaciones religiosas o existenciales, convirtiendo a las leyes de la física en el único Dios verdadero ( y que determina la creación de nuestro planeta, la evolución de la vida en el mismo, y nuestra propia evolución) por muy incompresible que para nosotros resulte.
Por desgracia dicho planteamiento, es inabarcable la mente humana, y dada nuestra especial disposición a buscar sentido a las cosas, si se aceptara lo anteriormente expuesto, la religión volvería a aparecer, ya que las leyes físicas que dan lugar a la vida necesitan también de un "Creador". De esta manera, y en un alarde de visión crítica, el ser humano sería capaz de volver a entrar en el bucle espacio tiempo que versa sobre nuestro origen, nuestro destino, el sentido de nuestras vidas....Ironías del destino....
P.D: Lógicamente mi ateísmo se basa, más allá de teorías científicas, en el uso que el hombre hace del miedo a la muerte, del sentido de la vida y los sufrimientos que van ligados a la misma, convirtiéndose las religiones en el vehículo idóneo sobre el que reposan nuestros miedos, nuestra ignorancia y el oportunismo de quienes se lucran de nuestras inseguridades...
