viernes, 4 de abril de 2014

Sobre las novelas de ciencia-ficción…también llamada Macroeconomía



“Es la estupidez, estúpido”


Debe ser lo que llaman madurar o simplemente hacerse viejo (una forma de medirlo es a través de las resacas, cuánto más duras y duran más mayor te has hecho…) pero cada vez que leo o escucho las afirmaciones los responsables políticos de turno (Gobiernos, FMI, UE, Reserva Federal, etc.) me asalta una media sonrisa y unas reflexiones cínicas, muy cínicas…

Empezaré por algunos datos y análisis personales

1.       El dólar como patrón-oro: No aparece en las noticias ni suele ser motivo de conversación (y es lógico que así sea cuando llegué a la conclusión de este post) pero el día que China, Rusia o Arabia Saudí (lo de los petrodólares da para otra entrada) decidieran devolver sus reservas de dólares (sólo haría falta una de ellas) semejante inundación de dólares hundiría la economía de USA y por ende la del resto del mundo. Y eso sin mencionar que la reserva federal en estos pasados años tenía a los pobres monos, gorilas y demás del Smithsonian National Zoological Park dándole sin parar a la manivela de imprimir billetes a lo loco. Aunque aquí en Europa también, y ha sido un secreto a voces. Por desgracia, por estos lares usaron a los políticos de turno para darle a la manivela (eran menos listos que los monos de Washington…)
2.       Sí hablamos de economía, lo que deberíamos distinguir en primer lugar  es economía real (transacciones sobre bienes  servicios) y economía financiera (la que se basa en transacciones sobre divisas, acciones, futuros, derivados, etc., es decir, humo). Lo lógico debería ser que la economía real representara un volumen mayoritario sobre la suma de ambas, ¿no creen?  Pues la realidad vuelve a ser, como de costumbre, igual de chocante. Veámoslo a través de cifras, el PIB Interior Bruto Mundial asciende a 60 millones (estimación, que en el siguiente apartado rebatiré, al menos en el cálculo del dicha magnitud). Sin embargo, el PIB de la economía financiera ascendería a unos 1.400 millones al año, es decir 24 veces más que el PIB real. ¿Una locura, verdad? Y es posible  que alguno se pregunte acerca de la importancia de ese dato. La respuesta es sencilla, los movimientos de capitales pueden hundir la economía real de un país  y por añadidura no están sujetos a regulación alguna (pondré un ejemplo en el punto 5).  Así que algo de importancia igual tiene…
3.       El cálculo de las magnitudes e indicadores Macro. Podría decir simplemente que dichos datos son adulterados, modificados o simplemente presentados de forma sesgada o dirigida. Pero no deberíamos quedarnos ahí. Tomemos por ejemplo el caso del cálculo del PIB. Y nos fijamos en ésta porque se trata de la piedra angular sobre la que pivota la información macroeconómica  Dicha magnitud puede ser calculada de dos maneras (cuyo resultado debe ser coincidente).
PIB = consumo + inversión + gasto público + exportaciones – importaciones
O bien
PIB = Salarios + Intereses, rentas o alquileres + Impuestos indirectos + Depreciación o amortización +Beneficios
Sí lo calculamos sobre la segunda opción, y nos fijamos en la variable de beneficios podemos llevarnos una ligera sorpresa. Cualquier asesor fiscal (en este país y en otros) sabe fehacientemente que los resultados de las empresas (ya sean grandes, pymes o autónomos) están adulterados en el 99% de los casos (normalmente en negativo, pero en años de crisis también a la inversa, puesto que sin buenos resultados no es posible solicitar financiación a las entidades de crédito).  Por tanto, cabe considerar que de entrada el cálculo del PIB es incorrecto puesto que dispone de datos erróneos. Y eso, antes de entrar en otras consideraciones, por ejemplo el fraude fiscal, la economía sumergida (cuyos cálculos estimados se sitúan en tono a un20-25% por ejemplo en España), las operaciones entre filiales y matrices internacionales, etc. ¿Es fiable por tanto el cálculo del PIB?. La respuesta sería que como escopeta de ferias en una caseta donde nunca te toca nada, sí, al 100%.

4.       Añadamos otro dato curioso a semejante despropósito. Todo el mundo conoce que son el FMI, el Banco Mundial, La OCDE, etc.  Dichas instituciones evalúan la marcha de la economía mundial, hacen previsiones y dictan a países en crisis sus políticas económicas (“no llores por mí Argentina” ha sido uno de los grandes hits del FMI). Pues sorpresa, según un estudio realizado por ESADE, la cual  ha analizado las desviaciones entre la media de las predicciones de los institutos económicos y el comportamiento real de la economía en los últimos diez años y las conclusiones son demoledoras. En todo este periodo no ha habido un solo año en que estas previsiones se hayan quedado siquiera cerca de lo que ha hecho la economía. ¿Curioso eh? Quienes dictaminan las políticas de los países en crisis son los que son incapaces de colorear dibujos sin salirse de la línea. Una pena que los monos del Smithsonian National Zoological Park ya estén ocupados en otras cosas…

5.       Volvamos al caso de la economía financiera y su repercusión sobre la vida real. Cojamos el ejemplo de Grecia (reconociendo que en muchos aspectos era un desastre y su sistema fiscal una parodia). La troika impone recortes y ajustes, que como de costumbre los sufren las clases medias y bajas a cambio de un rescate financiero. Dicho rescate se destina esencialmente  a bancos griegos en apuros.  Lo curioso del caso es que los principales acreedores de dichos bancos eran a a su vez bancos alemanes y franceses (qué pillina  eh, Frau Merkel). Y todavía más curioso es que las acciones de dichos bancos en quiebra y rescatados han multiplicado su valor (hasta triplicarlo en algunos casos) en bolsa estos últimos años. En resumen, el PIB real de Grecia y la ciudadanía en general jodida, pero la economía financiera viento en popa a toda vela (y con cien merkels por banda). Ironías de la vida supongo..

CONCLUSIÓN: Nuestro sistema económico se fundamenta en la CONFIANZA, todo lo demás es humo, apariencia o truco. Se basa en el consumo que se deriva del estado anímico del ciudadano, el cuál es guiado a través de la selva financiera a golpe de sustos y datos macroeconómicos. Si dicha confianza se resintiera, un castillo de naipes tendría unos cimientos infinitamente más fuertes y resistentes que la misma. Así que señores, cierren los ojos, y sí les ha gustado el truco de magia (aunque crean saber cómo lo han hecho) aplaudan y vuelvan a comprar otra entrada para otra sesión…