viernes, 24 de junio de 2016

Breixit, están locos estos humanos…



Una vez conocidos los resultados, y sabiendo que la pérfida Albión is different  vamos a analizar y evaluar las posibles consecuencias pero con una premisa de fondo e inicio: ¡Que nadie se deje llevar por el pánico¡

Y sin hacer proselitismo europeo, vamos a desgranar los puntos positivos

1. Más Europa: aunque suene a incongruencia la permanencia de Gran Bretaña en la Unión con un traje a medida hubiera supuesto  un problema insostenible afectando la credibilidad del proyecto europeo a medio plazo. Sin embargo dicha salida permite a Europa replantearse su futuro, un futuro que pasa por una unión más compacta (con el condicionante del segundo punto) y con menos poder de los estados o, al revés, un mero acuerdo económico.

2. Menos Alemania: aviso para navegantes: el control de Alemania sobre la economía y sus criterios de austeridad acaban de recibir un golpe de gran calado. O Frau Merkel afloja la presión de la correa o acabarán siendo los primeros afectados en el futuro.

3. Cambio de rumbo en la política económica: En este contexto (y con un previsible ascenso al trono mundial de Hillary) asistiremos a un cambio en las actuales políticas europeas para acompasarse a ese new deal continuo americano.

3. Consecuencias económicas

ü Euro y libra más barato frente al dólar, lo cual podría suponer un incremento de las exportaciones europeas y un mayor equilibrio en el mercado de divisas (no nos olvidemos que hasta que se establezca  una cesta de divisas internacional que sustituya al patrón dólar con garantías, la economía mundial funciona mejor con un euro  cercano a la paridad con el dólar). Positivo

ü Papel de los Bancos Centrales comprando deuda e inyectando liquidez de diversas formas. Positivo

ü Se firmará un acuerdo económico entre Gran Bretaña y Europa que sustituirá a los acuerdos actuales para mantener muchos de los aspectos de libre comercio pero sin las exigencias inglesas. Positivo

ü Afecciones sobre el turismo: por ejemplo en España los ingleses son el porcentaje mayoritario. Con un euro más caro sobre la libra podría afectar el número de visitas, aunque personalmente opino que con la diferencia de nivel de vida (en base a salarios) el efecto será inapreciable o residual. Otra cuestión es las decenas de miles de ingleses que viven en la costa y a partir de ahora deberán regularizar su situación (con especial afección al tema sanitario) , lo cual, para el sistema de salud español será positivo.

ü Isla de Wright y similares: los grandes fondos y especuladores situados  mayoritariamente situados en la pérfida Albión) han recibido un susto (aunque sea menor). Cuanta menos facilidad tengan para operar más positivo para la economía mundial resulta (que nadie sea ingenuo y crea que nada tienen que ver en los vaivenes de las bolsas actuales).

üChina: No debería representar ningún cambio sobre la situación actual. La debilidad en los precios de las materias primas procede de la desaceleración de los países emergentes, pero no en concreto de China. Si nos fijamos en las cantidades (toneladas) lo que está adquiriendo China es similar o ligeramente superior aunque en porcentaje disminuya. Asistiremos a un crecimiento en los próximos años en cifras de un 5% a un 7%.

Resumen y conclusión: aunque a corto plazo suponga un grave quebranto y momentos de incertidumbre y duda, la salida de Gran Bretaña es la mejor opción que existía (llámenme loco, pero una pequeña aldea resiste ahora y siempre al invasor…)

PD: Así, y sin que sirva de precedente, mi consejo es la semana que viene (una vez pasadas las elecciones) proceder a comprar acciones de empresas sólidas (yo personalmente me decantaré por IAG)

lunes, 2 de mayo de 2016

Una fábula económica...



Érase una vez unos alegres vecinos (ah no,  ya disculparán, así empezaría un cuento. Déjenme volver a intentarlo…)

El sol se desperezaba sobre un bonito vecindario en alguna parte del mundo (por  fortuna libre de guerras, dramas de refugiados,  y vergüenza internacional). En dicho vecindario existían bonitos (y muy grandes) bloques de vecinos con sus correspondientes piscinas y  vecinos molestos (un vecindario sin vecinos molestos no merece tal nombre).  La organización social se componía de la siguiente manera;


  1. Promotores/constructores: Estaban en los áticos de los bloques de vecinos, ajenos y lejanos a lo que pasara por debajo de sus relucientes moradas.
  2. Comunidades de vecinos: quienes dirigían y organizaban cada bloque de vecinos y gestionaban los servicios comunitarios.
  3. Vecinos arrendadores: propietarios de casi todos los pisos de cada comunidad, eran la minoría (curiosamente casi todos entraban en la categoría de vecinos molestos).
  4. Vecinos arrendatarios: La base de la pirámide, digo, la base de la comunidad de vecinos.


Los promotores/constructores imprimían y distribuían el dinero que se utilizaba en cada comunidad de vecinos. Los receptores de ese dinero para distribuirlo eran la comunidad de vecinos y los vecinos arrendadores quienes lo utilizaban para sus propios pagos y distribuirlo entre los vecinos arrendatarios. Los vecinos arrendatarios eran felices en sus casas de diseño, trabajaban vendiendo y comprando productos y servicios entre ellos y trabajando en el mantenimiento de la propia comunidad. Todo funcionaba perfectamente y en armonía. Pero por desgracia  la armonía es una diosa veleidosa y caprichosa y el ser humano (molesto o no) un ser poco interesado en dicha diosa.  Y llegó un momento en el cual los vecinos dejaron de sentir respeto y admiración por la diosa armonía y comenzaron a estrujarse las neuronas en busca de ganar más dinero. Y como el ser humano es capaz de engendrar pesadillas basadas en el sueño de la razón se les ocurrieron las siguientes ideas


  1.   Por parte de los vecinos arrendatarios: algunos de los mismos vieron la oportunidad de ganar más dinero y enriquecerse con diversos proyectos, entre ellos convertirse ellos mismos en constructores vía ampliar el bloque de  edificios pidiéndole dinero a los vecinos arrendadores para hacer más apartamentos  en las zonas verdes del edificio
  2.  Por parte de la comunidad de vecinos: aprovechando  la llegada de nuevos vecinos gracias a la construcción de nuevos apartamentos se lanzaron a la construcción de grandes (y muy inteligentes proyectos) como una piscina olímpica, ascensores de alta velocidad, un parque de atracciones gigante en la azotea del edificio y muchos otros (al 2-5% de comisión mediante. Claro, que ser miembro de la comunidad de vecinos no presuponía que fueran tontos, y mucho menos, honrados…). Lógicamente cada nuevo proyecto requería más personal y medios. Y que los vecinos arrendadores les dejaran el dinero claro.
  3.    Por parte de los vecinos  arrendadores: Cuando descubrieron (aparte de ser vecinos muy molestos, claro) que el dinero se movía a velocidades de vértigo y sin control a través de sus manos se horrorizaron de ver que podían quedarse sin su parte del pastel (y en las universidades elitistas de las que provenían quedaría muy feo acudir sin deportivo a la fiesta de ex alumnos, inadmisible de todo punto, o sea) idearon la forma de beneficiarse de semejante orgía económica:

1.       Por un lado como habían prestado dinero tanto a los vecinos arrendatarios y la comunidad de vecinos y los proyectos parecían tan tan sólidos (ironía off) convertir la deuda generada por dichos proyectos en productos financieros que los vecinos arrendatarios (la base de la base) pudieran adquirir vía participaciones y beneficiarse de los especuladores, digo espectaculares rendimientos que dichos proyectos tan tan tan (sí, lo he repetido 3 veces) sólidos iban a generar.
2.       Y por otro viendo que el dinero se movía tan rápido, tan fuera de control por parte de los promotores/constructores y que parecía no acabarse nunca que inventaron productos financieros que se basaban únicamente en dichos movimientos de dinero entre la comunidad de vecinos, los arrendatarios y ellos mismos, aplicando intereses entre los puntos de origen y destino (y ya de paso añadiendo algunas participaciones mezcladas de todos los demás megaproyectos)

A pesar del descontrol  el sistema parecía funcionar (todos los desiertos tienen espejismos, y la historia de la humanidad está lleno de ellos) pero por desgracia la diosa armonía había desaparecido y un primo lejano suyo decidió que era el momento de hacer una visita. Su nombre, CAOS. Y CAOS, al ver el vecindario, decidió que era el lugar perfecto donde instalarse.

Lo primero que dejó de funcionar fue la venta de nuevos apartamentos (se habían construido más de los que se necesitaban) , seguida por la venta de entradas para el mega parque de atracciones en la azotea. Al dejar de funcionar muchos vecinos arrendatarios fueron despedidos, lo cual agudizó la caída en la venta de nuevos apartamentos y la rentabilidad del resto  los grandes megaproyectos de la comunidad de vecinos. Pero lo más grave estaba por llegar, al perder su trabajo, los ingresos de la comunidad de vecinos cayeron a pesar de que el coste de la deuda de los megaproyectos seguía intacta. Y se habían construido muchos apartamentos que nunca iban a venderse. Los vecinos arrendadores  descubrieron que no iban a recuperar las deudas por el dinero que habían prestado a los demás, creando un agujero imposible de asumir. 

Asustados, los vecinos arrendadores y las comunidades de vecinos se reunieron con los promotores/constructores para encontrar una solución. Se plantearon dos escenarios en dicha reunión;


  • Parar el sistema e intentar que la diosa armonía sustituyera a su primo CAOS. Por desgracia dicha solución era imposible, significaría el fin del sistema y el abandono masivo de los vecinos de la comunidad. 
  •     Seguir adelante y que la rueda no se parase. Para ello era preciso que los promotores/constructores imprimieran muchos más billetes para cubrir los agujeros de la comunidad de vecinos y los vecinos arrendadores. El sistema de funcionamiento sería la emisión de billetes que serían entregados a las comunidades de vecinos y a los vecinos arrendadores.  Pero para poder justificar dicha medida era preciso establecer un sistema de gestión de la circulación de dichos billetes. Así que se decidió que las comunidades de vecinos  recibirían dicho dinero, que justificarían vía emisión de deuda comunitaria que podrían adquirir arrendadores y arrendatarios a cambio de un interés. Dicho emisión de billetes se destinaba a cubrir  los agujeros de la comunidad de vecinos y arrendadores. Pero mejor ilustrarlo con números;

Comunidad de vecinos Mensual

Ingresos Comunidad vecinos: 1.000,00 (y disminuyendo)
Gastos corrientes Comunidad (limpieza, mantenimiento, etc.): 1.000,00
Deuda Megaproyectos: 70.000,00
Cuota deuda mensual megaproyectos: 700,00
Desfase Mensual: 700,00
Vecinos arrendadores
Deuda generada por actividades de construcción de apartamentos y megaproyectos: 140.000
Necesidades corrientes de los vecinos arrendadores para seguir funcionando y dejando dinero mensualmente: 700 u.m 
Lógicamente los vecinos arrendadores con semejante deuda no disponían de efectivo generando un desfase mensual de 700 u.m.

Solución

Los promotores/constructores imprimirían mensualmente 1.400 u.m en billetes que se lo darían  a las comunidades de vecinos. Estos convertirían esos 1.400 u.m en 1.000 participaciones de 1,4 u.m  para que los arrendatarios lo compraran a cambio de un interés y posteriormente a los 3 meses la comunidad de vecinos recomprar esas participaciones pagando el interés correspondiente. La comunidad de vecinos se quedaría con 700 y los vecinos arrendadores con otras 700 para asegurar el funcionamiento del sistema. En caso de que los arrendatarios no pudieran comprar esa deuda, los propios promotores constructores emitirían más dinero para comprar mensualmente dichas participaciones.

El objetivo era mantener el sistema en pie y sin que se parase, con la confianza de que la actividad de los megaproyectos y venta de apartamentos retornase y permitiera recuperar los ingresos y pagar las monstruosas deudas. Pero por desgracia la confianza y los cimientos del sistema habían quedado tan tocados que dicha actividad no se recuperaba. Y mientras los ingresos de la comunidad de vecinos disminuían, los costes de la deuda y de la gestión diaria se mantenían, con lo cual era preciso incrementar la cantidad de billetes impresos. Los promotores/constructores eran conscientes de que en el hipotético caso de que alguna vez dicha actividad se recuperara la cantidad de papeles impresos sería tan elevada que haría que los mismos no valieran nada provocando un segundo advenimiento del dios CAOS. Sin embargo no tenían otra solución a mano.

En todo caso era necesario salvar a la comunidad de vecinos y a los vecinos arrendadores, los paganos deberían ser los vecinos arrendatarios.

La situación era tan absurda como el ejemplo trasladado a una familia de arrendatarios particulares. Dicha familia genera un sueldo mensual de 1.000 u.m (y disminuyendo conforme pasaba el tiempo) pero los gastos de mantener a la familia era 750 y los de la hipoteca de su nuevo apartamento de 700. Cada mes dicha familia genera un desfase de 450 u.m.  La forma de solucionarlo tal y como hemos visto en la comunidad de vecinos es dejarles ir al banco y suscribir un nuevo préstamo de 450 u.m. cada mes (más el interés correspondiente). Es decir, cada mes la deuda generada aumenta en función de los intereses (por ejemplo el primer mes 450 + 3%, el siguiente mes, 463,50, al siguiente 477,05 y así sin visos de revertir la situación.  Y cada mes se les da un nuevo préstamo con el que pagar el anterior. 

Por desgracia los actores de esta fábula en la vida real tienen nombres y apellidos


  1.  Promotores/constructores: Bancos Centrales
  2. Comunidades de vecinos: Gobiernos
  3. Vecinos arrendadores: Bancos
  4. Vecinos arrendatarios: el resto, es decir, todos nosotros…


CONCLUSIÓN
Apañados estamos….